jueves, 27 de marzo de 2014

los libros que vislumbramos. La vida nueva


 

 hablamos de esta novela en el grupo de estudio
aqui una mínima gragea de su genialidad

"Sacó del bolsillo derecho de su chaqueta su "humilde" invento: era un reloj de bolsillo, pero sabía cuándo estabas contento y entonces se paraba por sí solo alargando hasta el infinito ese momento de felicidad. Cuando no estabas alegre, las agujas del reloj corrían a toda prisa y tu te asombrabas, por Dios, que rápido pasa el tiempo y tus preocupaciones pasaban en un abrir y cerrar de ojos. Luego, por la noche, cuando tu dormías pacíficamente junto a tu reloj, aquella cosita que palpitaba pacientemente con su tic tac, compensaba por sí misma los atrasos y los adelantos. Y por la mañana te levantabas como todo el mundo, como si no hubiera pasado nada"

Ohran Pamuk
La vida Nueva

domingo, 23 de marzo de 2014

Los libros que desciframos. Los rusos son importantes


Si uno logra sobreponerse al tamaño del volumen que tiene entre manos, a lo imponente del nombre y la cantidad de páginas de "Los Hermanos Karamazov " de Fiodor Dostoievski....y confiando en mi frase ultra repetida a mis alumnos, casi como un mantra ...los rusos son importantes.... logramos adentrarnos en un universo maravilloso, atrapante, lleno de personajes entrañables de nombres impronunciables, y llenos de apodos que harán necesario eventualmente, un cuadro sinóptico que ayude a ordenar la situación al menos en los primeros tramos de esta novela apasionante.

A modo de pequeño incentivo aquí un resumen de la magnífica Advertencia al Lector con la que Dostoievski nos prepara para la lectura:


Cierto halo de perplejidad me invade cuando debo empezar a relatar la vida de mi héroe, Alexei Fiodorovich Karamazov, ¿Por qué digo esto? Básicamente porque aunuue lo denomine héroe, sé con certeza que se trata de una persona carente de dignidad, motivo que lleva a preguntarme ¿qué tiene de notable Alexiei Fiodorovich para que usted lo haya descrito como héroe? ¿Por qué yo lector, debo perder el tiempo en el estudio de los acontecimientos de su vida?
Esta última pregunta resulta la más engañosa porque sólo contiene como respuesta : " No le queda otra que leer la novela"....
.....Claro que nadie está obligado a nada. Puede cerrar el libro a las dos páginas del primer relato y no volverlo a abrir. Pero hay lectores tan bien educados, que forzosamente quieren leer hasta el fin para no equivocarse en su juicio desapasionado; así son por ejemplo, todos los críticos rusos. Pues bien, ante esos lectores uno se siente más tranquilo, a pesar de toda su escrupulosidad y buena voluntad, les doy el pretexto mas legítimo para abandonar el relato en el primer episodio de la novela. Y esto es todo el prefacio. Estoy completamente de acuerdo en que sobra, pero como ya está escrito, aquí se queda.
Y ahora manos a la obra.

miércoles, 12 de marzo de 2014

los libros que leemos mientras esperamos



hoy leía un libro apasionante, mientras esperaba encontrarme con alguien por cuestiones de trabajo
el libro me tenía atrapada pero no podia evitar levantar, cada tanto, la vista de las páginas para ver si llegaba la persona que yo esperaba...

cual Anna Karenina en el vagón del tren a San Petersburgo, con su novela en las manos, distraída por sus compañeros de viaje, el traqueteo del tren, y la nieve que caia tras la ventana.

la espera dominaba el libro y las imágenes de esta persona llegando, y el saludo, y lo que debíamos hablar, se mezclaba con los párrafos que mis ojos recorrían una y otra vez.

me concentré aún más en la lectura, con el ceño fruncido, haciendo fuerza por poner en imagenes cada palabra que leía....pero fue inútil, nuevamente levante la cabeza, miré el reloj...reparé en la gente que pasaba.....

los libros que leemos mientras esperamos, deben conformarse con este segundo puesto entre lo que va a suceder y la realidad literaria paralela que en mi caso perdió ampliamente la batalla.

martes, 11 de marzo de 2014

los libros que atesoramos



hoy estuve en una Biblioteca
y había tantos libros que deseaba leer y no había leído, tanto a disposición, estuve tentada de retirar alguno, y llevarlo conmigo...y luego....el horror.....me asaltaron pensamientos terribles como :

. qué pasa si el libro me encanta y no puedo devolverlo?
. qué pasa si quiero subrayarlo para recordar y atesorar sus mejores frases?
. qué pasa si sus hojas son de ese perfecto color ambarino que me gusta y quiero atesorarlo?
. qué pasa si ese libro queda perfectamente emparejado a otros similares que hay en Mi biblioteca?
. qué pasa si me disfruto abrazarlo mientras camino por la calle y lo quiero para siempre?
. qué pasa si quiero doblar muchas de sus esquinas para señalar diferentes hojas ?
. qué pasa si quiero dibujar un sutíl corazoncito para evidenciar que éste o aquél parrafo es maravilloso?


resultado, marcheme de allí con las manos vacías, pero aliviada, sabiendo que me esperaban mis propios libros en mi casa, y los que vengan sabrán que llegan para ser atesorados. Por siempre.


lunes, 10 de marzo de 2014

los libros que releemos. Pamuk



hay libros que leemos y nos gustan, pero luego milagrosamente los releemos pasado un tiempo y entonces nos hablan de algo que no habíamos precibido en su momento....y esa voz nueva nos dice cosas como esta

"Entre los años 1996 y 2002 Roza Hakmen tradujo al turco los siete tomos de "En busca del tiempo Perdido" de Proust, la mayoría de los periódicos aplaudieron su versión y la consideraron sumamente satisfactoria. Se habló mucho de Proust, en la radio, en la televisión, y en la prensa, y los primeros volúmenes de la novela incluso aparecieron en la lista de los libros más vendidos. En esa misma época, en la Universidad Técnica de Estambul, un gran número de estudiantes hacían cola para matricularse a principios del año académico. Cuenta la historia que una chica que se encontraba hacia el final de la cola, llamémosla Ayse, sacó de su bolso, con un ademán no exento de cierto orgullo, un volumen de Kayip Zamanin Izinde (En Busca del Tiempor Perdido) y se puso a leer. de vez en cuando levantaba la vista del libro para mirar a los estudiantes con los que iba a pasar los próximos cuatro años. Se fijó, en concreto, en una chica que se encontraba un poco más adelante, llamémosla zeynep, que llevaba unos zapatos de tacón alto, demasiado maquillaje y un vestido caro y de mal gusto. Con una sonrisa desdeñosa provocada por el aspecto superficial de Zeynep, Ayse se aferró con más fuerza a Proust. Sin embargo, al cabo de un rato, alzó la vista del libro y se quedó consternada al ver qye Zeynep sacaba de su bolso y se ponía a leer el mismo volumen que ella. Pensando que era inconcebible que ella estuviera leyendo la misma novela quye una chica con el aspecto de Zeynep, perdió todo el interés en Proust."

Ohran Pamuk
El novelista ingenuo y el sentimental.