domingo, 5 de junio de 2016

orozco



Aunque se borren todos nuestros rasgos igual que las bujías al amanecer,
y no puedas recordar hacia atrás, como la Reina Blanca,
déjame en el aire la sonrisa.
.....
Tal vez sea imposible mi cabeza, ni un vacío mi voz,
algo menos que harapos de un idioma irrisorio mis palabras.
Pero déjame en el aire la sonrisa:
la leve vibración que azogue un trozo de este cristal de ausencia,
la pequeña vigilia tatuada en llama viva en un rincón.
una tierna señal que horade una por una las hojas de este duro calendario de nieve.
Déjame tu sonrisa
a manera de perpetua guardiana.

Olga Orozco
XVII

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