miércoles, 29 de agosto de 2018
más Octavio
El arco y la lira
"A veces, sin causa aparente —o como decimos en español: porque sí— vemos de verdad lo que nos rodea. Y esa visión es, a su manera, una suerte de teofanía o aparición, pues el mundo se nos revela en sus repliegues y abismos . Todos los días cruzamos la misma calle o el mismo jardín; todas las tardes nuestros ojos tropiezan con el mismo muro rojizo, hecho de ladrillo y tiempo urbano. De pronto, un día cualquiera, la calle da a otro mundo, el jardín acaba de nacer, el muro fatigado se cubre de signos. Nunca los habíamos visto y ahora nos asombra que sean así: tanto y tan abrumadoramente reales. Su misma compacta realidad nos hace dudar: ¿son así las cosas o son de otro modo? No, esto que vemos por primera vez ya lo habíamos visto antes. En algún lugar, en el que acaso nunca hemos estado, ya estaban el muro, la calle, el jardín. Y a la extrañeza sucede la añoranza. Nos parece recordar y quisiéramos volver allá, a ese lugar en donde las cosas son siempre así, bañadas por una luz antiquísima y, al mismo tiempo, acabada de nacer. Nosotros también somos de allá. Un soplo nos golpea la frente. Estamos encantados, suspensos en medio de la tarde inmóvil. Adivinamos que somos de otro mundo. Es la «vida anterior», que regresa. "
lunes, 27 de agosto de 2018
Octavio Paz
Octavio Paz,
el arco y la lira
fragmentos
sobre lo poético
. Los verdaderos poemas son incendios
. El hombre se funda y se revela a si mismo por la poesía, la poesía es un instante de incandescencia
. El mundo es un conjunto de signos en perpetua metamorfosis. El mundo es un texto, el mundo es la metáfora de una metáfora
. El poema es un caracol donde resuena la música del mundo
. Lo poético ejerce violencia sobre el lenguaje, es el desarraigo de las palabras
. La poesía es un alimento que la burguesía ha sido incapaz de digerir
viernes, 24 de agosto de 2018
Byung chul
La sociedad de la transparencia
Hace tiempo que leemos con fruición extática todo lo que escribe Byung Chul Han, todo lo que llega a nuestras manos desde él resuena en un lugar cierto, contemporáneo, profundo y sencillo a la vez. Coreano que escribe en alemán, por el momento lo recorremos en castellano, y dice cositas así :
"El lenguaje transparente es una lengua formal,
puramente maquinal, operacional, que carece de
toda ambivalencia. Ya Humboldt señala la fundamental
falta de transparencia inherente a toda
lengua humana: «Al escuchar una palabra no hay
dos personas que piensen exactamente lo mismo,
y esta diferencia, por pequeña que sea, se extiende,
como las ondas en el agua, por todo el conjunto
de la lengua. [...] Por eso toda comprensión
es al mismo tiempo una incomprensión; toda
coincidencia en ideas o sentimientos una simultánea
divergencia». Aquel mundo que tan solo
constara de informaciones, y cuya circulación no
perturbada se llamara comunicación, sería igual
que una máquina."
"El hombre ni siquiera
para sí mismo es transparente. Según Freud, el yo
niega precisamente lo que el inconsciente afirma
y apetece sin límites. El «ello» permanece en gran
medida oculto al yo. Por tanto, un desgarro atraviesa
el alma humana, que no permite al yo estar
de acuerdo consigo mismo. Este desgarro fundamental
hace imposible la propia transparencia.
También entre personas se entreabre una
grieta. Y es imposible establecer una transparencia
interpersonal. Y esto tampoco es deseable.
Precisamente la falta de transparencia del otro
mantiene viva la relación."
miércoles, 22 de agosto de 2018
todos amamos a Turner
El Turner mediador
“El cambio extraordinario que se ha producido en el clima londinense durante los últimos años se debe totalmente a una escuela de arte”. Es conocido el comentario que Oscar Wilde hizo a propósito de Joseph Mallord William Turner (1775 – 1851) en The Decay of Lying (1898): “Hoy la gente ve la niebla no porque sea niebla, sino porque los poetas y los pintores les han enseñado el misterioso encanto de estos efectos. Tal vez hace siglos que hay niebla en Londres. Admito que es cierto. Pero nadie la veía, y por lo tanto no sabíamos nada de ella. No ha existido hasta que el arte la inventó” [1]. Wilde llegaba así a la conclusión de que “la vida imita al arte mucho más que el arte a la vida”, al mismo tiempo que ponía en concomitancia al pintor con una cierta realización de la autonomía artística que durante los años de la modernidad se persiguió demostrar ávidamente.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)