viernes, 22 de agosto de 2014

claude roy el amante de las librerías


Lo confieso, no soy hombre de bilbliotecas, esos enormes conservatorios de lo impreso. Amo demasiado los libros para soportar visitarlos tan solo y poder abandonar los volúmenes , a la hora de cerrar, a los guardianes de sus gloriosas Bastillas. Me gusta que los libros compartan mi vida, me acompañen, callejeen, trabajen y duerman en mi compañia, se rocen con las venturas del día y los caprichos del tiempo, acepten citas conmigo a horas "imposibles", ronroneen con la gata al pie de mi cama, o se arrastren con ella en la hierba, doblen  un poco la punta de sus páginas en la hamaca de verano, se pierdan y se encuentren de nuevo.

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